EMILIO MORENO DELGADO
Nace en Barcelona. Es vecino de Sant Boi y de Valderrobres
Escritor, narrador, poeta. Divulgador, Ensayista, Coordinador de Eventos.
Presentador y conductor de festivales sociales.
Finalista dentro de la categoría Socios de Anceo del Primer Concurso de Microrrelatos Lorenzo
Silva de Viladecans. Editado por Parnass Editores.
Participó en la Primera Antología, coordinada por Micaela Serrano, en el
marco de Vilapoética.
Ha escrito y participado con otros Microrrelatos para el libro: El Crack2009, publicado por Parnass
Editores y que fue presentado durante el Festival Vilapoética en Abril de 2010.
Ha participado en el Matarraña, en el libro de poemas Poesia a la frontera, antología de poetas en Lengua Catalana,
Aragonesa y Castellana. Dentro de la colección “Paraula ebrenca”, editorial
March Editor.
Ha publicado dentro del libro La Val
de Zafan un relato en lengua castellana, presentado el día 8 de agosto de
2011 en Valderrobres y auspiciado por Serret Libros y publicado por la editora
zaragozana Gara Editores.
Ha publicado en Retazos de Arte; dentro del libro Retazos 4. Una aportación en novela corta, entre otras. No me digas, editado por Parnass
Editores.
El año 2012 y 2013 participó en el libro de la Antología de Poetes del Ebre
Ha participado en el Matarranya Literario, en diversos actos derivados de
la Librería Serret, Festival Literario de Agosto 2014.
Es colaborador de Radio Sant Boi, en el programa de la Gent Gran, programa
emitido los lunes, magazine de variedad.
Simientes
El cielo se enrojeció
por tormenta de poniente,
esperando en la Gomera
la isla más al oeste.
Partimos muy de mañana,
rumbo tranquilo, nordeste,
dijo Juan el capitán,
no quiero viento de frente.
Heredero de Colón
fue de los descubridores,
ha sido persona grata,
remordimientos no tiene
Y llegaron a las islas
todos buscaron la suerte,
esa que es tan esquiva,
la que se consigue a veces.
San Salvador de mi vida,
dijo aquel joven grumete,
por fin esta tierra pisa,
estos mis pies que se tuercen.
Juro por lo que más quiero
que ahora están muy ausentes,
formaré mi hacienda toda
en estas tierras calientes.
Denme trabajo y terreno,
quiero plantar mis simientes,
buscar una mujer buena
y olvidar este presente.
Algunos respetan sombra.
otros provocan la muerte,
yo solo quiero a mi negra,
decía aquel mequetrefe.
Con ella fundó familia,
en suelo de un mundo agreste.
Hace siglos que perdura
con voluntad de arcipreste.
Confeti en los bolsillos
Desaparecieron
calles
disimulando
bordillos,
aquella
nieve caída
armonizó
mis latidos.
Aquellas
nubes llevaban
el
confeti en los bolsillos,
y al
llorar nos regalaron,
de sus
lágrimas, los brillos.
Celebración
esperada
plomiza
tarde de abrigo,
la
luna se resbaló
en mi
rincón preferido.
Nieve
viscosa desciendes
con tu
manto blanquecino,
inmaculada
esperanza
de
cuando éramos chiquillo.
La esquina del codo
Cierro
los ojos y veo
las
callejas de mi pueblo
y
aunque ahora esté muy lejos
entorno
la vista y sueño.
Por
esa esquina del Codo
pasaron
reyes y dueños
alcaldes
y cardenales,
señores
de mucho ceño.
Loma
arriba está el Castillo
del
siglo catorce o menos.
Desde
donde se implantaron
las
leyes para el Concejo.
Esa
esquina no resbala.
la
curva tiene misterio,
si sus
piedras recitaran
sabrías
cuantos cayeron.
Desde
mi balcón observo.
El
Calvario, al frente, tengo.
Cuántas
historias ocultas
y
almas que guardan silencio.
No
necesito postales
para
indicar donde duermo,
con el
codo y cinco dedos
sabrás
donde yo me acuesto.
La
farola de la esquina
ofrece
luces y acentos,
por
las noches se iluminan
dando
paso al sentimiento.
En la
plaza de la iglesia
vive
gente que yo quiero,
cómo
recuerdo a Manuela,
que
nos dejó en invierno
Si me
remonto en los años
puedo
ver tantos encuentros.
Manuel,
Arturo y Antonio,
amigos
que ya están muertos.
Abro
los ojos y aprecio
cómo
se me escapó el tiempo
y en
esa esquina que adoro
siguen
pasando sucesos.
Procesiones
y entierros,
bodas
de mucho chaleco,
cruzan
frente al portal quinto
cada
cual en su momento.
Cuesta
Leoncio le llaman
por un
vecino muy bueno
que
creció en esa calle
entre
sus muros viviendo.
¡Ay
amigo! Cuando pienso
en
todos estos momentos,
los
años ya traspasaron
por la
esquina que refiero.
¡Viva
Dios y viva el verbo!
¡Viva
mi calle del pueblo!
Que la
memoria me ampare,
por
tantos bellos recuerdos
Desde
la arista del Codo
emprenderé
último vuelo
y que
esparzan mis cenizas
desde
El Calvario a lo lejos.
La Gran Diva
La diva de la canción
de excepcional
sobrenombre,
era una gran soprano
que nació en
Valderrobres.
Y Doña Elvira de
Hidalgo,
una intérprete enorme,
profesora de la Callas
otra Diosa de este
orbe.
Su nombre fue Elvira
Juana,
la bautizaron
entonces;
los escenarios del
mundo
le escucharon sus mil
voces
Hija de Miguela y Pedro,
con gran vocación propone
educarse en el bel
canto
y que el mundo la
valore.
De Milán hija adoptiva,
canta con il trovatore,
Caruso y Miguel Fleta,
grandes divos de la
corte.
Señora Rodríguez Roglan,
apellidos de renombre,
aquí nació el talento
en Villa de
Valderrobres.
Diosa de Coloratura,
actuó sin desentone,
Llevó el Rigoletto y
Verdi
por el sur y por el
norte.
María Callas fue alumna
de Elvira Hidalgo la
prócer,
solicita su
instrucción.
La de Teruel no se
esconde.
La dama del canto
enseña,
a la gran Callas su
enfoque.
Consigue éxitos
notorios,
suyos, que le
corresponden.
Elvira de Hidalgo fue
una de las magnas
voces,
señal y guía de grandes
melodramas y pasiones.
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